La familia Strix recibe a las Radeon 300
Las nuevas AMD Radeon ya han llegado y Asus no ha tardado en sacar todo su arsenal para ofrecer la potencia de todas y cada una de ellas bajo la familia Strix. Todas estas tarjetas gráficas disfrutan de el nuevo sistema de fabricación que Asus ha implementado para tener una menor tasa de fallos (todavía) al mismo tiempo que ofrece una mayor calidad en sus productos. Se trata del primer sistema de producción completamente automatizado, y se llama Auto-Extreme. Con él, se eliminan los posibles errores humanos al realizar cierto paso en el proceso de fabricación de una tarjeta gráfica. Pero vayamos al catálogo.
Empezando desde abajo, tenemos la Strix R7 370 en dos modelos, con 2 y 4 GB GDDR5. El núcleo de ambas se mantiene en 1050 MHz y sube hasta los 1070 MHz en modo OC, lo que significa un aumento de 95 MHz con respecto a la solución de referencia. Sus 5 fases aseguran un overclock estable que, junto a los dos ventiladores, se mantendrá silenciosa y fresca en todo momento.
Subiendo un escalón nos encontramos con la Strix R9 380 con 2 GB GDDR5 corriendo a 5.5 GHz mientras que el núcleo irá a 1010 MHz en modo OC (990 MHz sin OC). En este caso contaremos con 8 fases manejadas por el Super Alloy Power II para alimentar la memoria y la GPU.
Los gamers más exigentes estarán en busca de tarjetas gráficas como la Strix R9 390 o Strix R9 390X, ambas con 8 GB GDDR5 a 6000 MHz y con el núcleo a 1050 y 1070 MHz, respectivamente. Estas nuevas bestias incorporan el disipador DirectCU III que dispone de tres ventiladores para asegurar una ventilación adecuada en cada momento, además de poder mantener el silencio en tu ordenador. Gracias a las 8 fases de energía podremos hacer algo de overclock a la tarjeta gráfica y exprimir al máximo su potencia.